domingo, 30 de noviembre de 2014

Guardián del Alma

Al vacío lancé la caña,
Temiendo de pronto que a presa insegura ella capturara.
Me senté en la luna y guardé mi cálamo,
sin historia alguna en la cuneta  negra y oxidada…
Y cerré los ojos, regresé mi cuerpo
Y lancé en vacío mi sueño y mi alma.
Cuando de repente cabizbaja iba
Llegase en instante un cuerpo celeste
Vivaz y furtivo, frondoso y en calma…
Él cogió mis manos, las abrió despacio
Y de su pecho en luz ya muy tenue
Me entregó en un cofre la estrella esperanza.
Abrí ya mis ojos, recibí el regalo
Por sorpresa entonces, con gran centelleo
Tan tímida y blanca, encontré de nuevo mi mágica alma…
Abracé sin duda al guardián que con su constancia,
Restauró sin brillo pedazos, amor en pequeñas retazas.
Devolvió mi vida
Y desde aquel día camino de mano
Con la luz que me devolvió los sueños, me regresó el alma.        
                                                                                       linayparra

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