Publicado en el Periódico 7 Días Boyacá. 15 de julio de 2011
En marzo de 1958 Esmeralda
Arboleda logró el primer escaño para una mujer en la cámara de representantes.
Su paso por la vida legislativa, prefijó la decisión de igualdad jurídica.
Esmeralda, liberal de pura
cepa, trazó el camino para la inclusión
de la mujer en la vida política colombiana. Sin duda su trabajo como ministra y
congresista es el precedente para todas las que han intentado acceder y ser
parte de las listas electorales durante décadas enteras.
Actualmente, la nueva
reforma política, establece que los partidos deben incluir por lo menos un 30%
de mujeres como candidatas para crear las listas de aspirantes.
Llevamos más de medio siglo
esperando una verdadera participación de la mujer en la política. Tuvo una
norma que reconocer el derecho que la historia nos otorga. Tanto tiempo
después, el trabajo legislativo acepta una realidad: el machismo sigue siendo
un fundamento consuetudinario del ejercicio electoral
Se configura así una
discriminación positiva hacia la mujer y aunque algunos la consideran una traba
para la asignación de curules, por lo menos, de manera obligatoria se hace
indispensable la participación femenina.
Como mujer, afirmo con
certeza: ¡NO quiero ser parte de un 30% por obligación, Quiero ser parte de un
100% con verdadera inclusión!
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