miércoles, 4 de marzo de 2015

Lo único malo de quererte mucho es que tu ausencia se nota a todas horas. Y son las tres de madrugada, siento el frío recorrerme toda y pienso que si estuvieras aquí me entrelazaría en tus piernas, buscaría un abrazo. Pero no has venido y ya no sé si despierto por el frío que me asecha o por la angustia de tenerte. Sabes que te quiero, que amo tu cuerpo y respeto tu esencia... Dime, que más puedo darte? Al final sonrío, son las tres de la mañana. Qué absurdo escribir a semejante hora

No hay comentarios:

Publicar un comentario