El sigilo enmarcaba ese cuadro…
El misterio se apoderó de él
Y su esencia se entumía en timidez…
La rosa blanca se rompió ante mis ojos,
Su tez fue pálida por esa vez,
Entendí entonces el amor por vez primera,
Fuiste tu con quien inició.
Ahora me voy por temor a amarte,
Con la sensación de error,
Soy tan pequeña para enamorarme,
Soy tan frágil para
sufrir.
Mi suplicio será perderte,
Mi cobardía decirte adiós.
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